No se puede negar a estas alturas del siglo XXI, la consideración del planeta Tierra como un gran ecosistema donde la materia y la energía deberían fluir en un equilibrio constante, es lo que llamamos Globalización que trae consigo un nuevo “pensamiento planetario”.
No se puede negar a estas alturas del siglo XXI, la consideración del planeta Tierra como un gran ecosistema donde la materia y la energía deberían fluir en un equilibrio constante, es lo que llamamos Globalización que trae consigo un nuevo “pensamiento planetario”.
En la actualidad utilizamos términos que consideramos recientes, pero no es así. El concepto de Desarrollo Sostenible fue utilizado o mejor dicho formalizado en el Informe Brundtland de 1987 y en muchos manuales de ecología se recoge desde hace años “la carta dirigida al Hombre blanco por el Jefe indio Sealtth” en el año 1855, al presidente por aquel entonces de Estados Unidos, Franklin Pierce.
“….¿dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia”
Y efectivamente, estamos sobreviviendo. Todo indica que por intereses políticos y económicos (si es que se pueden separar estos conceptos), se ha roto este equilibrio fundamental. Las consecuencias las estamos sufriendo, pandemias, hambrunas, sequias, guerras…..Hemos creado unos países muy dependientes de otros países. Una de las causas es el cambio climático que no parece lógico negar.
Hay que ser optimista, no queda otra opción. En este contexto tenemos que ser conscientes de que no todos los países han contribuido por igual al cambio climático y es más, algunos de los países más afectados por este cambio climático son los que menos han sumado a que se produzca. Por lo tanto las exigencias no deben ser iguales y los países que más han contribuido deben, aunque sea por propio egoísmo, ayudar a los países que más están sufriendo las citadas consecuencias.
La buena noticia es el acuerdo global al que se ha llegado en la Conferencia Mundial sobre el Clima (COP27), el pasado mes de noviembre. El acuerdo consiste en crear un sistema de financiación con el objetivo de ayudar a los países en desarrollo a tener una ayuda financiera para apoyar su adaptación y recuperación de las consecuencias del cambio climático.
Vamos a esperar sus consecuencias!! Esperemos que sean positivas.